jueves, 31 de diciembre de 2015

ADIÓS 2015. ¡HOLA, 2016!

Hola, mis protegido/as.

Como cada 31 de diciembre, voy a hacer un pequeño balance de este año que se va.

El año 2015 lo comencé con muchos sueños e ilusiones. Con la expectativa de seguir luchando por mi sueño y hacerme un huequecito entre tanto talento y tan buenos autores/as. Creo que poco a poco lo he ido consiguiendo. He conocido a compañeros y compañeras extraordinarias que pude conocer y achuchar tanto en el I Encuentro Romántica Armilla, como en las jornadas del JAR. Fue maravilloso, las emociones y sensaciones vividas y creo que salió algo más que amistad de allí, sobre todo con mis "locas del coño" Ana, Inma, Esther y Rocyo. También me fui encontrando con muchas lectoras que me brindaron todo su cariño y bonitas palabras tanto hacia mis historias como hacia mí; no sabéis lo mucho que significó para mí, sois geniales.

Literariamente hablando, puedo decir que ha sido mi mejor año y todo os lo debo a vosotros. GRACIAS, gracias por todo lo bueno que me dais y por seguir día a día conmigo, aunque sea detrás de la pantalla. 

Pero como todo tiene su contraste, su lado oscuro, personalmente no ha sido uno de mis mejores años. Comenzó muy bien, pero conforme fueron pasando los meses, la cosa empeoró. Mi situación laboral cambió para bien, pasé de una media jornada a jornada partida; eso conllevó a que tuve más responsabilidad y, de rebote, más estrés; y no solo eso, también me robó tiempo de escritura, por lo que me agobió aún más. Las consecuencias de esto es que afectó a mi estado de salud; mi compañera de viaje no perdona y en situaciones de estrés es cuando muestra su cara más fiera. No, no estoy loca, os hablo de mi querida artritis. Para quién no lo sepa: lleva acompañándome desde hace casi diez años, está controlada, pero en cambios de tiempo y situaciones de estrés es cuando me da la lata. Es una enfermedad silenciosa porque (al menos en mi caso) no se nota físicamente, pero interiormente es un suplicio. Duele horrores y afecta a mis herramientas de trabajo, mis queridas manos. Pero con tranquilidad, medicación y un poco de reposo, se sobrelleva.

A mitad de año, sufrí una de las situaciones más horribles de mi vida, una situación familiar límite en la que casi me volví loca y que me (nos) obligó a tomar una decisión difícil, pero vital. Una vez más, conseguí sortearla (de momento) y salir airosa, aunque eso me cambió en muchos aspectos. En el que más, es en mi actitud frente a la vida y a las personas. Siempre he pensado que hay que aprovechar lo bueno que se nos da, intentar no hacer daño a nadie, ayudar en lo que pueda, dar gracias y ser feliz con ello, hoy, más que nunca, lo reafirmo. A estas alturas, voy a hacer lo que a mí me haga feliz y me haga sentir bien y voy a luchar por mis sueños, eso sí, sin hacer daño, al menos, conscientemente.

Mientras que todo eso pasaba, hubo alguna que otra persona que no entendió mi situación, me reprocharon el no estar ahí con ellas al cien por cien y decidieron salir de mi vida con la excusa de que yo los había apartado de mi camino. Siento mucha pena por ello, no supieron ponerse en mi piel, sabiendo lo mal que lo estaba pasando. No voy a disculparme, hice lo que tuve que hacer y mi conciencia está muy tranquila en ese aspecto. Nunca les hice nada malo, al contrario, siempre estuve ahí, incluso, quitándome tiempo y horas de mi descanso, pero bueno, eso ya pasó y pasé (valga la redundancia) página. Con quien sí creo que debo disculparme explicarme, es con quien no sabía de mi situación personal; siento si no estuve a la altura, pero fue por causas ajenas a mí y tuve que distanciarme de los grupos y las redes sociales, no tuve más remedio.

Perdonad si me enrollo, pero creo que tenía que aclararlo.

Mis propósitos para el 2016 son: seguir luchando y trabajando por conseguir mis sueños, pondré todos mis sentidos para ello y poder daros historias con las que podáis soñar, emocionaros y haceros olvidar, por un momento, vuestros problemas. Lucharé con todas mis fuerzas para conseguir nuestra meta personal junto a mi querido amor. Y seguiré cultivando amistades tan maravillosas como las que he encontrado en este año, si queréis, claro.

Os deseo todo lo mejor para este nuevo año, quedaros con lo bueno que os ha pasado y aprended de lo malo; y nunca, nunca dejéis de soñar.



Os quiero,






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